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Desde el principio de los tiempos el ser humano mostró interés en decorar el interior de los lugares en donde habitaba. La elección y disposición de los muebles, los objetos decorativos, los colores y los tejidos reflejan la personalidad de quien habita una casa e identifican a la sociedad de cada momento.
Los primeros indicios de decoración
La decoración tal y como entendemos hoy en día, con profesionales que diseñan los interiores, distribuyen el mobiliario de forma adecuada e incluso eligen tapicerías y materiales para los diferentes espacios de la vivienda, no surge hasta el siglo XVIII en Francia.
A nuestro país no llega hasta finales del siglo XIX el interés por la decoración, que se convirtió en signo de riqueza, nivel social y buen gusto, algo que estaba al alcance solamente de unos pocos.
En esta época tuvieron gran influencia los interiores con colores, materiales y mobiliario inspirado en lo que se hacía en Inglaterra. Hasta entonces, las casas y palacios tuvieron una clara influencia francesa.
A partir de la Guerra Civil, y como consecuencia de la dictadura, las ideas artísticas y decorativas del exterior no llegaban a nuestro país, mientras que en el resto del mundo se experimentaba con nuevos materiales, colores y diseños.
Como consecuencia, España sufrió un notable retraso en decoración respecto al resto de Europa, donde había importantes diseñadores de mobiliario y decoradores, además de muchas y variadas publicaciones de interiorismo.
La decoración en la Actualidad
En España acudir a un decorador era, y sigue siendo en cierta medida, un lujo. En los años 50 las clases altas eran las únicas que podían acudir a un profesional para la decoración de sus viviendas.
En el momento en el que los empresarios tomaron conciencia de la importancia de la decoración para un negocio la figura del decorador fue poco a poco ampliando su radio de actuación hasta llegar a ser contratados no solo para decorar casas sino también para ocuparse del interiorismo de locales comerciales, restaurantes, despachos profesionales o entidades bancarias.
En nuestros días la decoración se ha popularizado, como se deduce de la gran cantidad de revistas de interiorismo que encontramos en los quioscos.
Acudir a una tienda de muebles y decoración resulta mucho más asequible a todos los bolsillos desde que surgieron marcas comerciales con un concepto de interiorismo accesible a todo el mundo y que nos acercan a los modelos de la decoración más exquisita.
A la diversidad de materiales y colores disponibles en las tiendas de muebles se une la globalización del interiorismo. Comprar muebles y objetos decorativos imprimiendo un estilo personal que se enmarque en las tendencias del momento nunca fue tan fácil.
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